Trauma


Cuando la vida de una persona corre peligro, cuando las situaciones de la vida cotidiana se salen de "control", experimentamos lo que se denomina "trauma". El mismo se define cientificamente como una herida, que puede ser tanto física como psíquica, que de alguna forma dejará secuelas en la persona afectada.

Puede ser ocasionado por la pérdida de un ser muy amado, por bancarrota económica, por riesgo de vida, y por muchos factores, casi innumerables, que nos pueden acontecer a todos los seres humanos. Sin dudas que "trauma" es aquello inesperado que nadie quisiera tener que sufrir. Porque el trauma siempre trae sufrimiento, padecimiento.


Ahora, el hijo de Dios tiene ayuda. Ayuda, como dice una terapeuta amiga, "extraordinaria, sobrenatural". Como primer punto, a través de mis propias experiencias personales quisiera compartirles este texto:

"No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío". Isaías 43:1, en otra versión dice "yo te puse nombre".

Dios, el excelso y magnífico Dios de la gloria, creador del cielo y de la tierra, de lo que se ve y lo que no se ve, se ha ocupado en formarnos en su altísima mente y sabiduría, y nos ha cuidado desde el vientre de nuestra madre. Él nos puso allí, y le dijo a aquél cuerpo de mujer cómo debía alimentarnos para que prosperáramos durante unos meses y estuviéramos preparados para enfrentar la dura lucha de vivir en este mundo. Luego, habrá hecho todo esto para abandonarnos a nuestra merced?. Respondé vos esa pregunta.

Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros, y es Él mismo quien "nos prueba por fuego", permite, utiliza, manipula para bien, todos los elementos, circunstancias y personas en nuestra vida para que lleguemos a la completa dependencia de su persona. Una vida próspera, con sentido, con objetivo, una vida "focalizada" con visión de futuro, con expectativas siempre mejores a las realidades presentes, es una vida centrada en Cristo nuestro divino Salvador y redentor.

Pero, ciertamente, volviendo al trauma, es algo muy desagradable y difícil de sobrellevar. Qué te ha sucedido?. Has perdido tu trabajo, tu hogar?. Tu esposo te dejó?. Uno de tus hijos se apartó del camino y descubriste que se droga?. Cuál es tu trauma?. Descubriste que no estabas tan cerca de Dios?. Te diste cuenta que tus pecados - que Él en su gracia perdonó, y limpió con su sangre bendita - siguen persiguiéndote con su consecuencia?. Ah, sisi, por cierto, si no lo notaste, la Justicia de Dios trabaja de esa forma extraordinaria: el pecado es perdonado, pero la consecuencia jamás será evitada.

Porqué?. Porqué mientras algunos viven como si pudieran pasar la vida impunemente, gozando de los placeres terrenales, y yo aquí, mísero mortal redimido, estoy padeciendo traumas todo el tiempo, y parece que nunca se terminarán?.

Permitime citar a Pablo en una frase excelente, inspirada por el Espíritu Santo:

Filipenses 4

11 "...he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre.12 Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez.13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".

Llave. Pablo entonces, sin dudas, pasó por multitud de traumas. Talvez el más significativo fue quedarse ciego delante de la presencia de aquél que representaba todo lo que odiaba y perseguía, todo aquello que detestaba profundamente y lo hacía vivir furioso e inmisericorde.

La llave es: Cristo. A Pablo lo azotaron, apedrearon, pasó hambre, naufragó, fue encarcelado varias veces - y seguramente no habría en aquellos lugares pabellón "VIP" - y sin embargo sobrevivió a cada uno de esos traumas buscando la "fortaleza en Cristo". Hoy pienso, siempre lo hago, que a él, a Pedro, a los otros apóstoles, a los discípulos directos talvez les fue más fácil la tarea de creer y sobrevivir, ya que fueron testigos presenciales del poder de Dios puesto por obras, muchas veces a través de sus mismas manos, cada vez que realizaban un milagro en el nombre de Cristo. Y sí, así debe haber sido más simple creer. Seguro??. Estar a cada instante al borde de la muerte cruenta y con dolor, es un trauma. Aún por la causa de Cristo no dejaba de ser una situación alarmante y desesperante. Y esto funciona de esa forma porque nuestra naturaleza siempre nos mantendrá "a la defensiva" alertas frente al peligro, en guardia. Por una cuestión de supervivencia, siempre nos aferramos a la vida y tratamos de resistir al dolor. Nadie - ó casi, me refiero a las personas en su sano juicio - se abandona al hecho de sufrir ó morir de forma sencilla, sin luchar.

Entonces, a nosotros qué nos queda?. Creemos por Fe, una fuerza, una convicción TAN poderosa que es un milagro en sí mismo, pues proviene de Dios. Y somos testigos, a veces mudos, de innumerables "milagros" alrededor de este mundo globalizado, cada día, a cada hora. Cristo no solo está presente obrando, sino que Cristo viene. Podré soportar este ó estos traumas que me tocan vivir hoy, si tengo la certeza que Cristo viene?.

Eh,este..., Cristo hace dos mil años que viene. Y no viene!. Porqué demora tanto??.

2da Pedro 2

9 " El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan".

Por amor. Amor al pecador. Amor de su nombre. Él es fiel, fiel a su amor por la humanidad y quiere que todas las personas conozcan su mensaje y puedan tomar una decisión conciente y racional acerca de Él. Por supuesto, Él espera que la decisión guíe, a través del Espíritu Santo, al arrepentimiento de pecado y la entrega del corazón al Salvador.

Y entonces, qué nos queda a los que ya hemos creído?.

Nos queda, en la espera, fortalecernos en Él. Solicitar su ayuda, su poder. Pedirle que domine nuestra vida de tal manera que Él se haga cargo de nuestros problemas. Ser humildes delante de Él y reconocer que por nuestros medios ni podemos cambiar los acontecimientos, y mucho menos a las personas, ese es un buen punto de partida. No te hagas cargo del problema de los demás, suficiente con los tuyos. No quieras cambiar a las personas, dejá que sea Cristo quien las cambie y te utilice como instrumento para ello. Para eso debés estar limpio, puro, humilde, y en dependencia de Él, y no quitarle su poder ni su gloria, creyendo que has sido vos quien obró en tal ó cual circunstancia.

En esa condición, no te precocupes!!. A quien va a resolver primero sus traumas es a vos. Te lo digo por experiencia. En este preciso momento de mi vida lo está haciendo conmigo. Bendiciones.

Habacuc 1:5ss " Estoy por hacer en estos días cosas tan sorprendentes que no las creerán aunque alguien se las explique".

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