La carrera del caracol


Difícilmente pueda pensar en algún ser más inofensivo que éste dentro del mundo de los insectos. Los debe haber pero en este momento no es el punto. Si tuvieran pensamientos, me gustaría poder conocer alguno de ellos. Qué concepto tendrán del tiempo y de la existencia, si tienen?.
Pareciera como que ellos tienen todo bajo control. La sensación de fragilidad que dan es engañosa, pues es como si no hubiera nada ni nadie que se pudiera interponer a su lento paso para llegar donde quieren ir. Creo que la paciencia es su virtud más grande.
Hoy pensaba - por mí, en primer lugar - cuántos disgustos tan grandes he tenido por la impaciencia. Incluso hasta hace muy poco tiempo, ella me trajo a la vida las consecuencias de un error muy grande. Ya que la impaciencia trae consigo algo muy desagradable: la ira. Y quién controla la ira?. También es cierto, que la impaciencia produce angustia. Un estado de expectación tan grande que "nos salimos de las casillas" cuando las cosas tardan en cumplirse ó cuando no dan el resputado esperado.

La Palabra de Dios tiene claros ejemplos de personas a las cuales la ira les jugó una mala pasada, incluso les llevó a la muerte - Saúl, por ejemplo, en un arrebato, por ira ó por impaciencia,  se tiró sobre una espada y se quitó la vida 1 Samuel 31 -. Y como contrapartida,  está llena de consejos que nos encaminan a una  existencia apacible, llena de paz, donde tales emociones no tienen lugar en el corazón y el carácter del hijo de Dios. Ea, de carne somos como bien supo reconocer el mismo apóstol Pablo, pero es cierto que, a lo sumo, esto no debe ser parte de nuestra cotidianeidad en el trato con el prójimo- ya que de ser un hábito ó estar arraigada como costumbre seguramente desembocará cada vez, muy cerca ó sobre, el pecado - sino un accidental "arrebato" de la carne, que hay que controlar rápidamente, con la ayuda del consejo de Dios y la fuerza sobrenatural de Cristo, en quien podemos "todo.

Veamos algunos ejemplos del libro de los Proverbios y otros acerca de cómo tratar con la ira y la impaciencia:

15:18 "El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla."

30:33ss "...El que provoca la ira causará contienda".
 
15:1 “La respuesta amable calma el enojo; la respuesta violenta lo excita más” 

14:29 "El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad". 

"No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios".  Eclesiastés 7:9

"Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse;" Santiago1:19
“Si se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día. No le den oportunidad al diablo”
Efesios 4,26

"Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia". Efesios 4:31

 "No devuelvan a nadie mal por mal". 1 Pedro 3:9

Seguramente - les sonará exagerado? - podríamos estar toda una vida inquiriendo en la Palabra sobre el tema en cuestión. Y no solo eso, aplicarlo nos costaría más de aún. Creo que el caracol ha venido a esta vida con el concepto adquirido, asimilado, y lo pone en práctica cada milímetro de su andar en este mundo. Talvez para él su corta existencia sea una carrera desenfrenada, pero...no lo sabemos!. Sí podemos ser testigos de su tesón casi inquebrantable, y en una imagen para nuestra vida, imitarlos en cierta forma para evitar que las pasiones desenfrenadas de nuestra carne nos arruinen la salud, el testimonio, y la vida de nuestros seres queridos y el prójimo, lo que es mucho más importante que el resto.

Ahora bien. Es cierto que el Señor nos manda a "amar como si nos amamos a nosotros mismos"...porque no habría forma de amar con el amor de Cristo si no lo hiciéramos así. Sin embargo, por propia experiencia personal, comparto, no hay forma que podamos no solo amar, sino testimoniar, ayudar y cualquier otra cosa que tenga virtud en nuestra vida, digo, no la podremos aplicar ó siquiera gozar personalmente en primer medida sin un diario existir pacífico y manso.

Cómo lograrlo?. Pocos puntos. En primer lugar, no te creas un super héroe. Si por tus propios medios no te das cuenta que tenés un problema con la impaciencia ó la ira, aprendé a escuchar a los demás. Seguramente en numerosas ocasiones lo que a vos te parece natural porque lo tenés adquirido, ha dejado perplejos a varios y en sus caras habrás visto expresiones asombradas, doloridas, apenadas, con llanto...son señales importantísimas que deberías comenzar a identificar. Sos vos el que ocasiona esas reacciones!.

Ante una situación así, tenés que pedir ayuda profesional. De eso NO SE SALE SOLO!. Hay grupos de ayuda y profesionales que te pueden dar una mano bárbara con este problema, y te aseguro que los resultados, si realmente estás tomado de la mano del Señor y te dejas asistir por los instrumentos que Él utilizará en tu camino, los verás enseguida, y los que te rodean comenzarán a sentir un alivio tremendo!.

Y, segundo punto, por ahora...ORÁ. Quebrantáte delante del Señor. Entregale tu vida a sus pies. Reconocé que te equivocaste. Tratá de hacer una lista - seguramente será larga, así que...escribíla! - de las veces que te equivocaste a causa de este asunto,y, resuelto el tema con el Señor, la parte más difícil: andá con los que dañaste y pediles perdón también!.

Talvez te convenga ir hasta allí como los caracoles, sin prisa y sin pausa, con determinación, con humildad de saberte una criatura débil y necesitada!. Bajale un cambio a tu vida, no la choques, andate despacito como un pequeño insecto, que tu actitud es lo primero que tiene que cambiar. No seas altivo!...

Aprendamos del Señor, que fue "manso y humilde" y con esas virtudes en su corazón, conquistó el universo, que ya era de Él!.

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